viernes, 26 de abril de 2013

Top of the lake




He querido retomar el blog con esta mini serie ambientada en Nueva Zelanda y coproducida por la BBC inglesa, la UKTV australiana y el canal Sundance en Estados Unidos.

Jane Campion (El Piano, 1993) está al frente de este proyecto, codirigiendo los siete capítulos de esta serie junto a Garth Davis. Una serie con una estética muy similar a la película que le dio fama mundial.

¿De qué va?

Top of the Lake trata de la investigación en torno al embarazo y posterior desaparición de Tui, una niña de 12 años, en un pequeño pueblo a orillas de un lago.
A cargo de esta investigación está la detective Robin Griffin, quien ha regresado al pueblo en el que creció para encontrarse con un tema, que le "toca" bastante y le hace implicarse, quizá demasiado, en el caso.

Caras conocidas



Elizabeth Moss, nuestra Peggy de Mad Men, interpreta a la detective Griffin. Por lo visto Jane Campion le ofreció este papel a Anna Paquin, quien lo rechazó. Personalmente, me alegro, creo que Elizabeth Moss encaja muchísimo más y hace una interpretación muy buena de un personaje nada fácil en una serie en la que abundan los silencios y las miradas, diciéndose más sin decir nada. Moss no cae en histrionismos y lleva todo el peso de la trama de una manera bastante natural y creíble.

Frente a ella, tenemos a David Wenham, interpretando al jefe de la policía local. Es un personaje bastante ambigüo, y creo que uno de los fallos de la serie es que este personaje no está bien esbozado ni su trama "sembrada" y a mí al menos me ha resultado todo lo relativo a este personaje muy precipitado y "sacado de la manga".

Holly Hunter, que repite con Jane Campion tras El Piano, aparece irreconocible con una peluca gris larguísima y un aspecto bastante andrógino, interpretando a uno de los personajes más extravagantes de la serie (y eso que no andan escasos, precisamente). Se hace llamar GJ y es una especie de gurú hippie de mujeres maltratadas, que acampa con un grupito de ellas en un terreno algo alejado del pueblo llamado Paradise.
En principio esta trama parece ajena a todo y sin venir mucho a cuento, pero al final todos los personajes acaban pasando por allí de alguna manera.



Peter Mullan, es el otro "peso pesado" de la serie. Interpreta al padre de la niña y principal sospechoso del embarazo de la misma. Es una especie de cacique, con muchos negocios de legalidad dudosa a su alrededor, y que al mismo tiempo cree proteger a los habitantes del pueblo a su manera.
Es un personaje que no genera cariño, pero al mismo tiempo me ha resultado uno de los más interesantes y es uno de los pocos personajes a los que el espectador puede entender. En medio de todo ese caos, de todos esos habitantes tan estrafalarios, su actitud al fin y al cabo es la de un padre.

No puedo terminar el repaso a los personajes sin mencionar a Johnno, una especie de Mikel Erentxun australiano, antiguo novio de la adolescencia de Robin. Ni a Tui, una niña un poco inquietante que se rodea de compañías idem, siempre presente en la foto de carnet que tiene la detective como recordatorio del caso.



Estética escandinava al otro lado del mundo

El ritmo pausado de la historia, la fotografía tan fría, los espectaculares paisajes, el pequeño pueblo rodeado de montañas y el modo de vida de sus habitantes...todo recuerda a series escandinavas como The Killing o al cine danés, exceptuando esa lluvia casi omnipresente de las producciones nórdicas.

No es una serie al uso, los capítulos no acaban en alto, no hay previously, tiene un ritmo lento...Pero tiene algo que engancha. Son sólo siete capítulos y fue proyectada en el Festival de Berlín y en el de Sundance. En mi opinión, merece la pena verla, es algo distinto, y bien hecho, y eso siempre es un placer. Eso sí, no gustará a todo el mundo.






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